Xabi Alonso toma el relevo en el Real Madrid con el respaldo total de Ancelotti

El banquillo del Real Madrid se prepara para una nueva era. Carlo Ancelotti, el técnico más exitoso en la historia del club, ha dado su adiós con clase y ha ofrecido su total respaldo a quien será su sucesor: Xabi Alonso. “Le deseo toda la suerte del mundo”, fueron las palabras del entrenador italiano, cerrando con elegancia un ciclo lleno de títulos y emociones.

Xabi Alonso será oficialmente presentado como nuevo entrenador del Real Madrid el próximo lunes 26 de mayo en Valdebebas. Llega con un contrato hasta 2028 y con el objetivo inmediato de debutar en el Mundial de Clubes. Su llegada ha generado enorme expectación entre los aficionados, no solo por su pasado como jugador madridista, sino por su impactante trayectoria reciente como entrenador.

Procedente del Bayer Leverkusen, donde logró una temporada histórica al conquistar la Bundesliga y mantener una racha de 51 partidos invictos, Alonso aterriza en el club blanco con una reputación intachable. Su estilo de juego, basado en el orden táctico y la intensidad colectiva, promete darle al Real Madrid un aire fresco sin perder su esencia competitiva.

Ancelotti, por su parte, cierra su segunda etapa en el Madrid con un palmarés impresionante: 15 títulos y el respeto absoluto del vestuario. Su siguiente reto será dirigir a la selección de Brasil, pero antes quiso dejar claro que el club queda en buenas manos. “Xabi está preparado, tiene la personalidad y el conocimiento para entrenar aquí”, afirmó.

El relevo en el banquillo simboliza mucho más que un cambio técnico: es el paso de una generación legendaria a una nueva era que busca combinar tradición y modernidad. Xabi Alonso representa ese equilibrio. Fue parte del Madrid de Mourinho, del de Ancelotti y del que lo ganó todo. Ahora será él quien lidere el vestuario.

Con el apoyo de la directiva, el respeto de la afición y el guiño de su predecesor, el nuevo entrenador blanco tiene ante sí una oportunidad dorada. El desafío es mayúsculo, pero también lo es su capacidad. La afición merengue se ilusiona con una etapa llena de identidad, trabajo y, por supuesto, títulos.

Madrid comienza a escribir un nuevo capítulo. Y todo apunta a que será apasionante.